Prioridades inculcadas

Nacemos, crecemos, estudiamos, trabajamos, nos casamos, tenemos hijos, envejecemos y morimos. Nunca nos hemos puesto a pensar el por qué de todo esto, desde que nacemos tenemos claro en que va a consistir nuestra vida, trabajar para vivir y vivir para trabajar, y a lo mejor nos queda algún hueco para ver Telecinco. Todos aspiramos a tener un buen trabajo, reconocimiento, una familia y algún que otro chalet en la playa, pero ¿por qué? A lo largo de toda nuestra vida nos han dejado muy claro que sin trabajo acabamos debajo de un puente y que para ello debemos esforzarnos, estudiar y tener las prioridades bien claras. Pero ¿cuándo empezó esto? Nos dicen que somos libres, pero ¿lo somos realmente? Intentemos recordar, antes, cuando no teníamos que trabajar, podíamos vivir a nuestro aire sin necesidad de crear dinero, ya que teníamos las fuentes necesarias para abastecernos. Todo esto acabó cuando hubo personas que decidieron empezar a ser más que otros, pero ¿a costa de qué? Necesitaban que nosotros les necesitásemos a ellos, quitándonos esas fuentes, que eran la base de nuestra subsistencia, obligándonos a formar parte de un sistema, el cual, nos convierte en obreros.  Hoy en día, no nos ponemos a recordar, a pensar, tenemos ese espíritu obrero sin poner en duda el que haya otra opción. Nos han sido inculcadas esas prioridades haciendo que no tengamos tiempo para pararnos a pensar, que al fin y al cabo es recordar, aquellos tiempos cuando aún eramos realmente libres. Porque necesitamos “olvidar” para seguir siendo lo que somos, obreros.

Comentarios