PROYECTO EIDOS: ENJAMBRE DIGITAL
"El enjambre digital no es ninguna masa ya que consta de individuos aislados, y carece de alma, es decir, de un nosotros incapaz de andar en una dirección o emprender una acción política común".
La colmena es la metáfora que hemos utilizado para describir
la sociedad digital y capitalista de final del siglo XX y principios del XXI
que ha acentuado el individualismo, en el que cada uno ha ido buscando su propio
beneficio y lo ha maximizado hasta convertirnos a cada uno en átomos de un
sistema caótico. «El hombre teclea en lugar de actuar». Hemos sometido las
máquinas que nos explotaban, pero ahora «son los aparatos digitales los que nos
esclavizan, transformando todo lugar en un lugar de trabajo.»
El objetivo de este sistema es permitir al gobernador
observar a todos los prisioneros, recluidos en celdas individuales, sin que los
presos pudieran saber si son observados. El efecto más importante es inducir un
estado de transparencia. La gran paradoja es que a medida que tenemos más
medios de comunicación, la red produce personas más aisladas y por ello más
susceptibles a ser prisioneros de sí mismos.
Ponemos de ejemplo el enjambre, porque buena parte de este
capitalismo global que conocemos todos, se ha servido de las TICS, tecnologías
de la información y de las comunicaciones, y ha hecho que se hayan horizontalizado
las comunicaciones, es decir, haciéndonos a todo participes de esta aldea
global que genera múltiples opiniones. Es muy fácil opinar, casi con más ruido
y más voz, que cualquiera que trabaje o estudie y se especialice en la materia
que sea.
Las distancias que regulaban la vida pública hace unos años,
y que establecían ciertos niveles de respeto en la convivencia cotidiana, han
sido eliminadas. Las redes sociales permiten a un usuario de España insultar al
presidente de Estados Unidos. Otro asunto distinto es que el presidente vaya a
leer ese insulto, pero ese usuario español se siente envalentonado por la
desaparición de las distancias y por la oportunidad de poder tirarle de las
barbas al hombre más poderoso del mundo. Es como que el mundo digital hace
realidad la fantasía de volverse invisible e insultar en la cara de quien nos
cae mal. Es una fantasía, claro está, aunque el anonimato de Internet es
fácilmente rastreable.
Usamos el símil del
enjambre para caracterizar ese ruido, ese zumbido que generamos entre todos en
el que parece que todo vale, en lugar de callar lo que no les interesa, que es
lo típico que se ha dedicado a hacer el poder político histórico, vertical y jerarquizado.
Ahora es la sobre-información, en vez de censurarlo, pues que hablen todos y
bien alto para hacer ruido y taparse unos a otros.
La hipercomunicación digital nos aleja más del otro, y
destruye el silencio que necesita el alma para reflexionar y ser ella misma. Se
percibe solo ruido, sin sentido, sin coherencia. Todo ello impide la formación
de un contra-poder que pudiera cuestionar el orden establecido, que adquiere así
rasgos totalitarios.
Tras realizar una lectura del filósofo, Byung-Chul Han, éste
se pregunta sin son necesarios los partidos si cada uno de nosotros tiende a
construir el suyo propio. ¿Qué nos falta para sustituir las votaciones por
"likes" en tiempo real? Los
"likes" son expresiones de consumo, mientras que un voto es algo que
realiza un ciudadano ejerciendo su responsabilidad para con la comunidad a la
que pertenece. El voto requiere
compromiso. Esta es la diferencia con el consumo.
“Viven en secreto, detestando la luz del sol, felices, no obstante, en la penumbra del cuerpo, donde pueden ocultarse y mantener sus secretos ocultos junto con ellos mismos. Y no tienen relaciones, pues allí no se le da la bienvenida a nadie. No le sonríen a nadie, ni ven a los que les sonríen a ellos” - Platón.
Este dibujo lo hemos decidido realizar para representar todo lo anterior, pero realmente nuestro proyecto es algo más grande que aun está en proceso: ¡una colmena 3D!
Fotos del proyecto en proceso:
Comentarios